martes, 21 de octubre de 2014

Atrévete a vestir casual para la oficina - Business Casual

oco a poco el término Business Casual (Casual de negocios o casual para la oficina) se ha posicionado y es más popular entre quienes buscan una opción más dinámica y menos formal para ir al trabajo, presentarse frente a sus clientes y colaboradores.

Vestir casual para el trabajo no significa ponerte una camisa holgada, un par de jeans rotos o una talla de pantalón más grande (para sentirte más cómodo) y un par de zapatos viejos con los que en casa sientes como que caminas sobre las nubes.

Vestir al estilo business casual significa darle un toque de dinamismo y versatilidad a tu guardarropa. Vestir casual para el trabajo quiere decir que respetarás siempre el código de vestimenta de la compañía y que conservarás tu objetivo personal de lucir bien, presentable, actual y sobre todo proyectar la imagen de la empresa. Al fin y al cabo representas la carta de presentación de la compañía para la cual trabajas. Simplemente eres parte de una empresa y como tal debes crear y mantener una buena imagen.

Quiero darte algunas recomendaciones que te servirán mucho si deseas cambiar ese estilo que tal vez consideras aburrido y darle un giro para darte un estilo más casual sin perder tu elegancia y distinción.


1. Prendas a la medida. Insisto siempre en que las prendas que utilizamos deben ser justas a la forma de nuestro cuerpo. Camisas con hombros caídos, pliegues y bolsas que se forman cuando metes la falda de la camisa en el pantalón, pretinas que se arrugan cuando aprietas el cinturón, arrugas en el ruedo del pantalón que te hacen parecer más pequeño, zapatos cuadrados (que además de no estar de moda hacen que tus pies se vean más pequeños) o corbatas que llegan casi a la altura de la cremallera, no son precisamente características de alguien que causa una buena impresión. ¡Alto! es momento de cambiar y dejar ese pensamiento de descuido y falta de interés en nuestra imagen. En estos tiempo no basta con ser profesional, es necesario también lucir como tal.

2. Combinación de colores. Puede ser que no seamos expertos en combinar prendas, colores y tonos. Entonces iniciemos con las combinaciones básicas: 
2 tonos neutros - gris con blanco, negro con blanco, negro con gris.  
1 tono neutro y 1 color - Negro con azul claro, gris con celeste o rosado, azul marino con beige o amarillo.
Colores - Poco a poco te irás acostumbrando a crear combinaciones más atrevidas, agregando ciertos detalles en otros colores e incluso combinando colores entre sí. No hay que excederse, los atuendos extravagantes tampoco son recomendables para usar en el trabajo.

Recuerda: partimos de un tono o color base en el atuendo y empezamos a generar un entorno cromático para darle mayor vida y dinamismo a nuestra forma de vestir. Este entorno cromático podemos generarlo con nuestros accesorios y complementos (relojes, corbatas, cinturón, zapatos, maletín, etc.)

3. Respeta tu cargo. Es cierto que a nivel personal debemos esperar que los demás nos acepten tal cual somos. Pero en el trabajo, una buena imagen (elegante, profesional y distinguida) siempre es muy tomada en cuenta. Si aspiras a tener una mejor posición dentro de la compañía entonces proyéctate como si ya has recibido el ascenso. ¿Tienes un estilo bohemio, clásico o incluso rockero? Está bien, sólo te sugiero que no lo lleves en un 100% al trabajo, hay ciertos detalles que te harán mantener ese estilo que tanto te gusta sin perder elegancia.

4. Vístete de acuerdo a tu edad. Son tantas las ocasiones en que he visto que un hombre de 30 luce como de 40, que uno de 40 luce como llegando a los 60 y como otros logran quitarse varios años de encima gracias al tipo de prendas y colores que utilizan. Realmente no es cuestión de quitarte o ponerte años, es cuestión de lucir ordenado y elegante de acuerdo a tu edad. 

Simplemente no hay que exagerar la forma en que vestimos, necesitamos sólo utilizar prendas justas, combinaciones acertadas y el estilo oportuno según la ocasión - No irás a una cena con ejecutivos que te visitan de Europa vistiendo una camiseta blanca, unos jeans con agujeros y zapatos viejos... ¡Esmérate un poco más!




5. Respeta la forma de tu cuerpo. No olvides que para proyectar una buena imagen de tí mismo es necesario que el punto de partida sea el equilibrio. Si hay más volumen en tu abdomen utiliza colores más oscuros, si tienes hombros amplios viste pantalones de corte recto para distribuir visualmente el volumen de tus tobillos con respecto a los hombros, si eres de piernas delgadas no utilices los pantalones tan holgados ya que en lugar de ocultar producirás mayor movimiento del pantalón y parecerá que tienes las piernas aun más delgadas.



6. ¡Déjate asesorar! Si no eres un experto, entonces infórmate, identifica tu estilo o busca ayuda para que sepas lo que te queda mejor. Más importante aún: deja de pensar que vestirse bien es algo superficial, no lo es. Puede ser que no sea tu caso, pero actualmente hay mucho desempleo y la competencia aumenta cada día más. Proyectar una buena imagen que complemente tus capacidades y profesionalismo es lo ideal. Recuerda agregarle una actitud positiva y optimisma en conjunto con tu amabilidad, cortesía y una sonrisa. 


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