La corbata es sin duda uno de los detalles más importantes en un atuendo formal masculino. Después de los zapatos, la corbata es el elemento que nos hace destacar y proyectar una imagen de nosotros mismos más distinguida, elegante y de buen gusto.
La elección de una corbata debería ser un práctica exclusivamente personal. Es el detalle que define muchas veces la identidad de un hombre, su elegancia y su manera de proyectarse en el trabajo o sus eventos sociales. A muchos les ha pasado que una corbata que llega como regalo de cumpleaños, regalo del día del padre o navidad termina en un rincón del guardarropa sin ser ni siquiera recordada. Pero la aceptamos con una sonrisa a pesar de no ser lo que verdaderamente esperamos. Claro, no todos somos especialistas en elegir corbatas, pero quien las usa a diario llega a reconocer las de mayor y menor calidad.
En una corbata los errores de confección muchas veces no son perceptibles a primera vista, requieren de una minuciosa revisión de la prenda, a no ser que al momento de comprar te inclines por una marca específica en la que ya confías completamente. Claro, no todas las corbatas son iguales.
Es vital reconocer el material. El más utilizado es la seda, en su consistencia más pura, sin mezclas sintéticas en su composición. Algunos fabricantes intentan reproducir el brillo de la seda con materiales como el poliéster sin tener éxito ya que el brillo es excesivo y se nota que es una corbata de las ofertas, de ahí que su precio nos parezca una "ganga". No podemos negar que una corbata de poliéster puede durar muchísimo y soportar el maltrato o falta de cuidado de quien la usa. Pero no tiene una caída natural, se voltea y desde la primera vez se deforma completamente, por lo que optar por una elaborada en microfibra resultaría relativamente económica con acabados más nobles y procesos de confección de mayor calidad. La microfibra es elaborada con hilos más finos cuyo brillo es notorio sin exagerar y tiene un aspecto más parecido al de la seda.
Indiscutiblemente el mejor material es la seda, en variedades como la Seda Mogador que provee una superficie mate en colores sólidos, texturas y estampados (rayas, cuadros, círculos, rombos, etc. No me refiero a dibujos y mucho menos caricaturas) o la Seda Popelina que permite confeccionar corbatas más delicadas con acabados de uso más formal como las del estilo británico.
Otro aspecto importante que debemos tomar en cuenta son los acabados. Si al verla encuentras los extremos muy puntiagudos o los bordes planos puede ser el resultado de varios procesos: la tortura de la plancha, o que han sido fabricadas en máquina. Una buena corbata es confeccionada A MANO.
Si en la parte trasera de la corbata hay una costura uniforme y continua de principio a fin es porque se confeccionó a máquina. Una corbata cosida delicadamente a mano lleva sus costuras por encima de los bordes y las de mayor calidad (y más costosas) llevan sólo algunas puntadas para evitar que los bordes se abran. El secreto de una corbata de excelencia son los dobleces, ya que resultan de un buen corte: siguiendo la dirección diagonal del hilo de la tela. Las mejores son las de 7 dobleces aunque en la actualidad se encuentran también las de 5 y 6 dobleces.
Si en tu vestimenta diaria utilizas corbata dale a tu atuendo lo mejor. No hay nada como llevar una que tenga una caída lineal y natural. Si andas por ahí con una corbata volteada es sinónimo de baja calidad. Cuando adquieras una nueva dale un ligero pellizco a la tela, si la arruga desaparece rápidamente, llévala, si no es así... sigue buscando!